Nuestras montañas están llenas de senderos, miles de caminos por descubrir. Las montañas son un espacio maravilloso, pero pueden ser peligrosas. Pasar tiempo en las montañas de manera segura significa tener que reducir todos los riesgos al mínimo.
El senderísmo es una de las mejores formas de explorar un destino y de salir al aire libre. Puedes encontrar una gran cantidad de excelentes senderos que están abiertos para caminatas, ciclismo o paseos a caballo.
Sin embargo, es muy importante respetar el camino y a los que lo utilizan, y sobre todo, a los que viven en su entorno. Al seguir este decálogo básico del montañero, podremos proteger el bello entorno que estamos tratando de disfrutar y garantizar la seguridad de los demás y de nosotros mismos. Se trata de 10 normas básicas de sencillo cumplimiento. ¡Empecemos!
1) Que las montañas sigan como están depende de ti. Respeta el medio y llévate SIEMPRE tu basura a casa. Incluso lo que te parezca más inocuo y biodegradable (pieles de frutas, cascarillas de frutos secos…..) supone un agente extraño que no debería ser abandonado. No cortes flores o plantas, no molestes ni alimentes a los animales (ya sean vida salvaje o ganado), no hagas ruidos innecesarios y no enciendas fuegos.
2) No te salgas del sendero. Si lo haces, podrías perderte o desviarte hacia terrenos peligrosos. Además, al dejar las rutas designadas causas daños al medio ambiente, como la destrucción de la vegetación, la erosión y la degradación de la calidad del suelo. Antes de salir de casa, comenta con un familiar o amigo la ruta. En caso de emergencia, sabrán donde buscarte.
3) Recaba la mayor cantidad de información posible sobre la ruta y asegúrate de que el nivel de dificultad está por debajo del miembro del grupo de menor experiencia. Lleve siempre un mapa local, algún sistema de seguimiento gps, teléfono móvil y un botiquín de primeros auxilios.
4) Lleva siempre contigo una pequeña mochila que te permita llevar a su vez algo de abrigo y comida. Toma mucho líquido para mantenerte hidratado. En la montaña el sol suele ser muy agresivo, así que protégete con crema solar, gafas de sol y un sombrero. Usa el calzado adecuado a la dificultad de la ruta.
5) Comprueba las predicciones del tiempo antes de salir de casa. Recuerde que en las montañas el clima puede cambiar repentinamente. Si ves que se avecina una tormenta, es el momento de volver, si es posible, aléjate de los árboles aislados y no te demores en las crestas o los flancos expuestos de la montaña.
6) Las prisas nunca son buenas, así que, una vez en el sendero, mantén un ritmo constante y apto para todo el grupo. Ten cuidado donde pones los pies y usa siempre un par de bastones para ayudarte a progresar. Propón descansos regulares para hidratarte y comer algo que mantenga tus niveles de energía elevados.
7) El ser amable y cortes es una regla de oro. ¡No dudes en saludar y sonreír cuando pases junto a otro senderista! Y recuerda, en un sendero estrecho, tiene prioridad el que sube con respecto al que baja. Si necesitas descansar, hazte aun lado para no bloquear el paso.
8) ¡A veces la llamada de la selva no se puede evitar y nuestro cuerpo nos pide una visita al baño en plena naturaleza! Lo mejor sería alejarte unos 200 pasos de cualquier sendero, fuente de agua o lugares de acampadas. No olvides que el papel higiénico es basura, por tanto, estás obligado a llevártelo de vuelta.
9) Recuerde que mucho de los accidentes se producen en el camino de vuelta. Asegúrate de mantener los niveles de atención al mismo nivel que a la ida. Cuidado con la hora, no nos gustaría que se nos hiciera de noche durante el regreso.
10) En caso de presenciar o conocer de algún accidente, estás obligado a brindar ayuda. Llame al 112 o informa al puesto de socorro más cercano.
.....y ahora...¡a disfrutar la montaña!
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