Juegos para entretener a los niños en trayectos largos | Comunidad Decathlon

Maletero hasta la bandera, agua y comida para el camino, pen drive con música, visita previa de todos los miembros de la familia al baño antes de salir… y por fin, aunque por un momento parece que sería imposible, llega la hora de arrancar el motor y meterse en la carretera para viajar rumbo a las vacaciones de este verano. Es entonces cuando pasado un tiempo y procediendo del asiento de atrás llegan las palabras mágicas: ¿cuanto falta? ¿Cuándo llegamos? Me aburro….

Lo primero es entender que para muchos niños pasar muchas horas dentro de un vehículo puede hacerse muy pesado. Por no hablar de los que se marean. El cálculo del tiempo es difícil para los más pequeños por lo que explicarles cuanto falta para llegar en horas o minutos no les dice gran cosa. Así que ante la archirrepetida por todas las generaciones de niños desde que se inventaron los coches “¿cuánto falta?” las respuestas que les van a ayudar a entenderlo pueden ir por unidades de medida que les resulten más familiares. Como por ejemplo: una película de dibujos animados que conocen, lo equivalente a una clase de música, lo que dura un partido de fútbol…

Una vez que ya tenemos todos claro que nos queda un buen rato aquí dentro, habrá momentos de mirar el paisaje por la ventanilla, momentos de charla, momentos de silencio y momentos de hartazgo.

Aquí vienen unas cuantas ideas para reconducir la crispación cuando eso suceda sin que sea necesario tirar de pantallas. Son todo juegos que no necesitan más que los sentidos y la cabeza para llevarlos a cabo.

El veo veo. Poco hay que explicar sobre este juego, salvo que podemos adaptarlo al momento evolutivo en el que se encuentren los niños para que todos puedan participar. Si todavía no conocen las letras la consigna de búsqueda puede ser la primera sílaba de la palabra, el color de algo que vemos por la ventanilla, la onomatopeya…. ¡Imaginación al poder!
De La Habana ha venido un barco cargado de…. Se trata de elegir una categoría e ir diciendo palabras que formen parte de la misma tratando no repetir las que se hayan dicho anteriormente. Cuando los niños son más mayores se puede aumentar la dificultad teniendo que repetir la lista que se va formando desde el principio antes de añadir una nueva. Por ejemplo: de la Habana ha venido un barco cargado de… ¡frutas! Naranja. Naranja y manzana. Naranja, manzana y melón. Y así sucesivamente.

Bandas sonoras de películas. Cantar la banda sonora de una película que los demás tienen que adivinar. Se pueden incluir series o cortometrajes que sepamos que les hayan gustado.
Canciones que incluyan una palabra. Uno dice la primera palabra que se le ocurra y los demás tienen que pensar en una canción en la que aparezca esa palabra.
Contar cuentos, escucharlos o inventarlos. Hay un montón de podcast y audios de cuenta cuentos maravillosos. Incluso programas en los que son los propios niños los que narran los cuentos. La otra opción es contárselos nosotros mismos o incluso inventarlos. Cada uno de los miembros del vehículo tiene que inventarse una parte del cuento. Algo así como el famoso “cadáver exquisito” y al final habremos hecho entre todos algo que ninguno nos imaginábamos a priori.
Buscar un número de objetos por la ventanilla. Por ejemplo: hay que localizar 3 coches blancos. El primero que los encuentre gana y propone el siguiente reto de búsqueda: X señales triangulares, X gasolineras, X ciclistas...

Escuchar una lista musical infantil que no taladre el tímpano del resto de los miembros del vehículo. Nosotros solemos hacer turnos para elegir. Le toca a uno cada vez pero cuando toca el momento lista infantil las opciones que llevamos no se parecen a un politono, ni a un MIDI, ni a la música automática de un organillo. Hay un montón de grupos infantiles que hacen música no infantilizada con todo tipo de ritmos e instrumentos naturales. Os dejamos enlace a una lista de Spotify con una selección de temas de varios de estos grupos y os invitamos a investigar más sobre ellos. Encontrareis rock, ska, swing, son, salsa, cumbia, chacharita…
Carreras de gotas. Este es un juego maravilloso para cuando llueve. Mirar cómo las gotas se las va llevando el viento por el cristal y apostar quien será la gota ganadora.

Y ya para terminar… aburrirse, que de vez en cuando no tiene nada de malo. Calma la mente, ayuda a que afloren ideas y es una sensación que actualmente tanto niños como mayores experimentamos muy poco. ¡Felices trayectos y felices vacaciones en familia para todos!

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