Es recomendable revisar y limpiar de forma periódica nuestra compañera de lances, con el fin de preservar su buen estado y funcionamiento, en especial tras las jornadas de caza en las que la hayamos disparado en gran cantidad, expuesto a la humedad, lluvia o si sufrimos una caída que nos haga pensar que cualquier elemento indeseado ha podido hacer incursión en ella.
Una vez acabada la temporada de caza, para los que dejamos el arma sin usar durante varios meses, es importante dejar el arma limpia de residuos.
Ésto se hace porque estos residuos podrían obstruir nuestra arma y provocar que tenga fallos mecánicos.
Los elementos de limpieza imprescindibles, según nuestra experiencia, son 4:
A esta lista podríamos añadir varios elementos más, como un estropajo para metal, un punzón, llaves y destornilladores, protectores de madera, etc. Pero como ves, con esos cuatro elementos imprescindibles de limpieza, vas a conseguir dejar tu arma en perfecto estado y no necesitarás nada más.
Para desmontar el arma, lo primero que tienes que hacer es cerciorarte de que está descargada, compruébalo antes de seguir, si lo compruebas dos veces, mejor. Ahora que ya estamos seguros, toca sacar el guardamano y extraer el cañón, si se trata de una paralela o supuerpuesta, si tu arma es semiautomática puede diferir un poco este paso pues tendrás que limpiar cilindro de recuperación de los gases, la cabeza del cerrojo y la uña extractora, pero si es tu arma ya sabrás como desmontarla. Sigamos.
El cañón de la escopeta es la parte que más desgate tienen nuestra arma y, por lo tanto, la parte que hace que la podamos disfrutar más o menos años, por ello, es muy importante darle mantenimiento. Para eso limpiar el cañón usamos la baqueta, importante que sea del mismo calibre que tu arma.
Las baquetas vienen en un kit que trae 3 cepillos: uno de cerdas de metal, para quitar los residuos más grandes; otro de cerdas naturales o sintéticas, para quitar los pequeños residuos y otro de paño o algodón para quitar el resto de polvo y partículas de interior de los cañones y para engrasar con el aceite el pavón interior del cañón.
Monta la baqueta y usa los cepillos de mayor dureza a menor y desde la parte de la recámara hacia la boca, empujando los residuos hacia fuera.
La limpieza exterior del cañón la haremos con el mismo aceite protector para armas. Con el trapo de microfibra lubricaremos el exterior de los cañones, ¡sin echar demasiado!. De esta manera vamos a proteger la parte que está más expuesta a la intemperie, al sudor de nuestras manos y al roce.
El siguiente paso es limpiar toda la parte de mecanismos del arma.
Esta zona es la parte más compleja de desmontar y limpiar. Pero es muy importante su limpieza porque de ahí es donde radica la duración de una escopeta y que no te de fallos (encasquillado del arma, mal funcionamiento del carro e incluso su rotura)
Las partes de la báscula son bastante inaccesibles, podemos utilizar los picos del trapo y ayudarnos con un palillo para llegar a ellos y, después de limpiarlos, lubricarlos con una pequeña cantidad de aceite.
La parte del guardamonte la puedes limpiar simplemente con el paño, quitando los restos de suciedad que tenga y si quieres puedes lubricarlo levemente si vas a guardar el arma.
Para la limpieza de la parte exterior de madera de la escopeta, basta con pasar un paño y quietar los restos de suciedad que tenga. Una vez hecho esto podemos aplicarle aceite para madera, una buena opción es el aceite de linaza.
Con este tipo de aceites protegemos y nutrimos las partes de madera de la culata, para “tapar” los pequeños arañazos que siempre hay en cualquier escopeta.
En la parte del pistolet, lo haremos de igual manera. Esta parte está muy expuesta al sudor de nuestras manos y tenemos que cuidarla para que dure mucho más tiempo en condiciones óptimas.
La madera del guardamano es la parte del arma de madera que más desgaste sufre, por esta razón también debemos limpiarla con un paño y aceitarla para nutrir la madera.
Esto es todo, ya sólo queda volver a montar el arma y tenerla lista para disfrutar en nuestra próxima tirada al plato o jornada cinegética.
Es un rato de trabajo, pero esto va hacer que la vida de tu arma se prolongue durante muchos años.
La limpieza del arma debe ser regular; es decir, si eres tirador al plato y vas mucho, lo idóneo es que la limpiza sea muy frecuente. No te voy decir que tras cada día de tirada pero cada 2 salidas para mi gusto seria lo ideal.
Si sólo la usas para caza, yo generalmente la limpio cada 2 semanas aproximadamente, también segun lo que tire.
Si no, se podría limpiarla tras cada temporada y antes del inicio de la siguiente (tras media veda, tras general o tras zorzales), pero lo ideal es que sea mucho más amenudo.
Un saludo y nos vemos en el campo
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